Hoy en día, el mundo de las inversiones nos ofrece diversidad de opciones para el buen destino de esos ahorros que tienen un fin o propósito a futuro.
Dentro de esas posibilidades existen los fondos de pensiones voluntarias, las cuales, durante años, han sido una interesante alternativa para obtener alivios tributarios, así como el complemento de la pensión obligatoria, si tenemos en cuenta que al momento de recibir la mesada pensional existe una disminución (importante en muchos casos) de los ingresos percibidos antes de la jubilación, reduciendo el poder adquisitivo y, en consecuencia, la calidad de vida.
En cifras, el año pasado, a octubre de 2019, la cantidad total invertida en fondos voluntarios de pensión fue de 21.3 billones de pesos, con un total de 928 mil afiliados de un universo superior a los 15 millones de cotizantes en pensión obligatoria (Colpensiones y AFP´S). Lo anterior ha conducido a los administradores de fondos voluntarios a enfocarse en ofrecer y desarrollar vehículos más eficientes de inversión dirigido a públicos diversos.
Es así como una persona, hoy por hoy, puede acceder al mercado de valores a través de las pensiones voluntarias, teniendo la posibilidad de invertir en diferentes instrumentos financieros tanto del mercado local, como globales.
El tipo de inversión está determinado según el perfil de riesgo de cada individuo, por lo que es importante recalcar que luego de un estudio del afiliado, el cual varía según su experiencia en inversiones, horizonte de inversión, porcentaje destinado a la inversión según el patrimonio, y/o objetivos de la inversión, es posible determinar si el dinero a destinar debe ir a portafolios conservadores, moderados, decididos, de mayor riesgo, o a una combinación de las anteriores, para diversificar la inversión y maximizar las oportunidades de obtener mayores rendimientos.
De esta manera, es posible dirigir el dinero a bonos del estado colombiano, en el mercado inmobiliario, acciones de reconocidas empresas colombianas, bonos americanos o, por qué no, acciones de mercados emergentes en distintas regiones del mundo, dinero administrado por expertos que buscaran siempre maximizar la inversión y el retorno de la misma.
Por otro lado, son limitadas las alternativas que existen hoy en el mercado colombiano para obtener alivios tributarios. Si una persona tiene cumplidos los requisitos de consolidación en pensión voluntaria (compra de vivienda en cualquier momento, en el caso de los fondos privados tener un saldo en pensión obligatoria del 110% del capital para poder pensionarse con un salario mínimo, que los aportes cumplan 10 años o resolución de pensión) puede eximir del pago de su declaración de renta los recursos invertidos por medio de este vehículo financiero, los cuales, adicionalmente, solamente se causaran como ingreso tributario en el momento de hacer el retiro del fondo, en caso de cumplir con los requisitos previamente descritos.
Además de estos beneficios impositivos, los retiros en fondos de pensiones voluntarias son exentos del 4 por mil, y, en este punto, quisiera resaltar el valor de la rentabilidad tributaria que aunada a la rentabilidad financiera, la hace aún más atractiva y eficaz, a diferencia de otros vehículos de inversión que no tienen estos alivios de ley como son los tradicionales CDT, fiducias o cuentas de ahorro.
Actualmente, vemos cada vez más empresas que buscan brindar un beneficio a sus empleados a través de la remuneración vía pagos de bonificaciones, ahorros mutuos o destinados a sus socios, incentivando el ahorro como forma de retener y motivar la productividad del talento humano (determinando, por ejemplo, la consolidación del aporte a ciertas condiciones previamente acordadas por el empleador), lo que mejora el ambiente laboral y, en consecuencia, la productividad.
De esta manera, se logra tener acceso a rendimientos financieros y a los beneficios tributarios para el empleado y empresa, acción que solo se puede a través de los fondos de pensiones voluntarias.
Cabe resaltar que esta alternativa financiera es un patrimonio autónomo, en el cual el dinero de los aportantes no hace parte de los activos del fondo de pensiones, éste es solo quien los administra de manera eficiente, al combinar tanto beneficios tributarios como accesos a mecanismos de ahorro e inversión en el corto, mediano y largo plazo, siendo un apoyo para que las empresas incentiven y cultiven la cultura de la planificación financiera de sus empleados.
Articulo publicado por revista Empresaral y Laboral:
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